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Histórica coronación pontificia de la Santa Patrona de Panamá

En un ambiente de profunda espiritualidad y júbilo, la Iglesia en Panamá, representada en sus obispos, sacerdotes, religiosas, seminaristas, autoridades civiles y comunidades de fe, realizó solemnemente este 9 de septiembre la Coronación Pontificia de Santa María de la Antigua, Patrona de la República, presidida por el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, en el marco del 512° aniversario de la erección canónica de la primera diócesis en Tierra Firme, en Darién (1513), y del Centenario de la elevación de Panamá a Arquidiócesis.

Palabras del arzobispo de Panamá
La solemne ceremonia inició con el mensaje de acogida del arzobispo metropolitano de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, OSA, quien manifestó: “Con gozo desbordante y con profunda gratitud al Señor, nos congregamos hoy en este día de gracia para nuestra Iglesia panameña. El motivo que nos reúne es de particular relevancia histórica y espiritual, pues celebramos nuestra fe bajo el amparo de Santa María de la Antigua, Patrona de Panamá”.

En este marco de solemnidad, deseo saludar de manera especial a quien hoy nos honra con su presencia y presidencia: Su Excelencia Reverendísima monseñor José Ángel Saiz Meneses, arzobispo de Sevilla, sucesor de aquella sede que, desde el corazón de Andalucía, nos transmitió la devoción a Santa María de la Antigua, semilla fecunda de nuestra identidad cristiana en el continente. Bienvenido, Excelencia; en usted sentimos la cercanía de la Iglesia Madre de Sevilla y el abrazo fraterno de España”.

Posteriormente, el arzobispo Ulloa destacó que: “Hoy Panamá revive su historia y renueva su fe. Lo hacemos con gratitud por el pasado, con compromiso en el presente y con esperanza en el futuro”.

Una jornada de júbilo y encuentro
El día inició con una animación festiva al ritmo de las bandas estudiantiles de colegios católicos, en el histórico Parque de la Independencia frente a la Catedral Basílica Santa María de la Antigua. Luego, en una procesión desde el Oratorio San Felipe Neri, los obispos de la Conferencia Episcopal Panameña, el cardenal portugués Américo Aguiar, los arzobispos de Sevilla y Panamá, junto al clero arquidiocesano y de otras diócesis, caminaron hacia el templo para dar inicio a la solemne eucaristía.

La corona que se colocó en las sienes de la imagen de Santa María de la Antigua fue entronizada en el altar por la expresidenta Mireya Elisa Moscoso Rodríguez, quien en 1999 reconoció oficialmente a Santa María de la Antigua como Patrona de la República; junto a la señora Mayra Cleghorn de Nicolau, del Comité de Recolección; acompañadas por representantes de los distintos grupos étnicos y culturales, así como religiosos, religiosas, migrantes y las cuatro zonas pastorales de la arquidiócesis.

Con sello papal
El vicario general de la Arquidiócesis, el Pbro. Carlos Mejía, presentó la Bula Papal mediante la cual el Papa León XIV concedió la Coronación Pontificia a la imagen de Santa María de la Antigua, como reconocimiento a su irradiación espiritual, histórica y pastoral en el continente.

El Nuncio Apostólico, monseñor Dagoberto Campos Salas, en representación del Papa, recibió la corona junto al arzobispo emérito José Dimas Cedeño Delgado y el R.P. Francisco José Ortiz Bernal, Deán de la Catedral de Sevilla, quienes la entregaron al arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa, para que finalmente fuera colocada en manos de monseñor Saiz Meneses, quien coronó la imagen de Santa María de la Antigua. En ese instante, los aplausos y la emoción inundaron la Catedral.

Palabras de fe y esperanza
En su homilía, monseñor Saiz Meneses expresó: “Hoy es un día de profundo gozo y gratitud a Dios, una expresión de amor, devoción y fidelidad a quien ha acompañado con ternura maternal la historia de esta tierra durante más de cinco siglos”. Añadió que coronar a María “no es simplemente un gesto simbólico, sino una manifestación del deseo profundo de que ella siga siendo Reina de nuestros pueblos, corazones y comunidades”.
Subrayó que la Virgen ha caminado con el pueblo panameño “en sus logros, luchas, sufrimientos y esperanzas”. Destacó, además, que esta coronación es una proclamación de esperanza frente a los desafíos contemporáneos: “Panamá necesita cristianos valientes, jóvenes alegres, familias firmes, comunidades vivas y sacerdotes santos. María nos llama hoy a ser una Iglesia en salida, sin miedo, que camina en la verdad y en la caridad”.

Un gesto que une dos pueblos
Al finalizar la celebración, se firmó el libro del acta oficial de este acontecimiento histórico, dejando constancia del acto pontificio. Los firmantes fueron monseñor Ulloa, monseñor Saiz Meneses, el cardenal Américo Aguiar, los obispos de la Conferencia Episcopal Panameña, además de los sacerdotes del clero arquidiocesano: padre Remigio Santana, canciller; padre Carlos Mejía, vicario general; y padre Efraín de León, vicario de pastoral.

La delegación de Sevilla, presidida por monseñor Saiz Meneses, entregó al arzobispo Ulloa una pintura que expresa la estrecha relación entre las Iglesias particulares de Panamá y Sevilla. A su vez, monseñor Ulloa entregó un vitral conmemorativo, símbolo de la hermandad y de la historia compartida de fe, que permanecerá como legado de este momento histórico.

Por su parte, la artista panameña Olga Sinclair donó una pintura realizada hace más de 30 años en Indonesia, como muestra de agradecimiento a la Virgen.

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