La Ley 406 que da una concesión por 20 años prorrogables a Minera Panamá para explotar la mayor mina de cobre a cielo abierto de Centroamérica ha provocado masivas protestas en todo el país. Rechazo contundente no solo de grupos organizados como ambientalistas, docentes, transportistas y obreros de la construcción sino de jóvenes y adultos de todas las edades que están exigiendo la derogación de esta ley.

La molestia ha trascendido fronteras, ya que panameños que se encuentran en otros países han mostrado su oposición al acuerdo firmado entre el estado y Minera Panamá.

Panameños en Barcelona, España se organizaron para acudir al consulado de Panamá y protestar contra la minería; portaban banderas de Panamá, pancartas con escritos en contra del contrato minero y gritaban consignas contra las autoridades.

En Irlanda ocurrió lo mismo, estudiantes panameños protestaron contra la minería.

Las protestas han dejado varios heridos, decenas de detenidos, enfrentamientos entre policías y manifestantes y el cierre de carreteras importantes en todo el país.

De igual manera delincuentes se han aprovechado de la situación para vandalizar instalaciones institucionales y comercios. Los manifestantes indican que estos actos violentos lo han cometido infiltrados que nada tienen que ver con el objetivo de las protestas que ya alcanzan una semana.